En el momento más inoportuno, la SD Huesca ha sufrido en su peor partido de la temporada una dolorosa goleada (2-6) en El Alcoraz ante el Valencia CF, que pone fin de manera matemática a la primera temporada de los oscenses en LaLiga Santander. El encuentro tuvo escasa historia, ya que el conjunto che materializó en los veinte primeros minutos del mismo tres tantos –Wass, Rodrigo y Santi Mina– que sentenciaron el partido poco después de su inicio.
Ni el equipo ni la afición azulgrana podían creer lo acontecido en el terreno de juego, en el que la solidez defensiva del equipo en los últimos partidos –solo un tanto encajado en los cinco encuentros anteriores– se convirtió en un espejismo. De nuevo Santi Mina en el minuto 30 y Etxeita, en propia puerta antes del descanso, situaron un doloroso 0-5, inimaginable antes del comienzo del partido. La segunda parte no dejó nada destacable, salvo los tantos de Rodrigo, por los visitantes, y de Melero y Gallar por los locales que pusieron el definitivo 2-6 en el luminoso.
La goleada no empaña la actitud mostrada por un equipo que ha sabido sufrir sin reblar durante meses en el pozo de la clasificación y que nunca ha bajado los brazos. Así lo ha sabido reconocer la afición azulgrana al término del encuentro ovacionando a sus futbolistas y coreando el "¡Volveremos otra vez!". Se acaba un sueño –al que todavía le quedan dos estaciones: en Sevilla frente al Betis y ante el Leganés en el último partido de la temporada en El Alcoraz–, pero se mantiene un legado que acabará por devolver a la SD Huesca al lugar que ya conoce, el de la elite del fútbol español.
ES
