La SD Huesca B busca reconducir su trayectoria en Segunda RFEF, volviendo a la senda de buenos resultados en la que se instalaron en el mes de enero. Para ello, los azulgranas tratarán de sacar los tres puntos ante un CD Numancia que visitará Grañén con un objetivo muy diferente, el de apretar en la lucha por el ascenso directo. Una situación de dinámicas diferentes de dos equipos que aunque con suerte dispar, practican un buen fútbol.
El conjunto numantino se encuentra en la cuarta posición a dos puntos del liderato, mientras que los altoaragoneses están posicionados a cuatro puntos de la salvación. El filial de la SD Huesca irá prácticamente con todas sus armas a por el gigante de la categoría, por necesidad, pero también por posibilidades. El equipo ya tuvo sus opciones en la primera vuelta, donde los oscenses se adelantaron en Los Pajaritos con gol de Dani Sandoval. Pero una serie de fallos penalizaron duramente al conjunto de Dani Aso, finalizando una lucha de tú a tú con un 3-1 demasiado abultado para lo que reflejaban el resto de estadísticas del encuentro.
Los sorianos llegan a territorio oscense tras vencer con contundencia a la SD Ejea (3-0), dejando la portería sin encajar y goleando. Un estado de forma muy diferente al de la SD Huesca, ue encadena tres derrotas consecutivas. Durante este mes, a los nuestros se les han escapado los resultados por momentos claves, aunque las sensaciones que deja su juego son las mismas, mostrando una clara evolución en cuanto a la idea que quiere plasmar su entrenador.
Por todo ello, no parece haber mejor rival ante el que poder reivindicarse que uno de los más fuerte de la categoría. Para conseguirlo, tendrán que poner el foco en las fortalezas de los rojillos. Todo pasará por una elevada exigencia del bloque defensivo para anular la calidad que tiene el Numancia en zona de tres cuartos, con ese tridente formado por Lupu, Barros y Diego Suárez. Al igual que los laterales de largo recorrido, que vienen de hacer mucho daño a los rivales en la anterior jornada: Jaume Pol y San Emeterio. Del mismo modo, esa implicación física, también se tiene que trasladar a la presión cuando los azulgranas no tengan el balón. Y por supuesto, mantener el nivel ofensivo y seguir generando esa sensación de peligro vista durante esta campaña. El Huesca B tiene las armas para ello.
