Llega el turno del Juvenil B. Comienza la pretemporada para los azulgranas de Liga Nacional, y lo hará, de nuevo, de la mano de Joaquín Ponsa. El técnico de la casa renueva una temporada más con el club, después de la exitosa campaña pasada en la mayor categoría aragonesa. Con mucho trabajo detrás, el oscense sacó la mejor versión de su plantilla y consiguió acabar en la cuarta posición en su regreso a la división, incluso llegó a pelear por momentos por el liderato y ganó encuentros clave. Una campaña meritoria a la que Ponsa querrá darle continuidad un año más: “Estoy muy contento por continuar aquí. Va a ser mi quinta temporada como entrenador, para alguien que ha estado en la SD Huesca desde los 10 años y ha llegado a jugar un play-off a Segunda División con el club, no puede estar en otro sitio mejor que en la que es su casa”.
La cantera azulgrana se ha convertido en el proyecto perfecto para que el técnico pueda seguir creciendo y formándose, un camino que lo seguirá recorriendo con sus imprescindibles compañeros de viaje: Diego Mañas, segundo entrenador; Álex Arpal, preparador físico; Juanjo Rueda, delegado; y Samu Florindo, analista.
De cara al próximo curso, Ponsa tiene claro la línea a seguir: “Quiero un equipo que sea capaz de adaptarse a cualquier situación, tanto al campo como al rival, y que compita todas las semanas como ha hecho hasta ahora”. Asimismo, el entrenador buscará mantener la dinámica y las buenas sensaciones del pasado curso: “La evolución ha sido muy positiva. Somos un equipo trampolín, con la responsabilidad de formar personas y jugadores. El mayor éxito de este equipo es que hemos podido ayudar tanto al División de Honor como al filial cuando lo han necesitado”. Un resultado que está a la vista, pues han sido hasta 10 de sus pupilos los que han subido a categorías mayores cuando la situación lo ha requerido.
El aficionado que pase durante la campaña por la Base Aragonesa de Fútbol se encontrará con un Juvenil Liga Nacional con el que se sienta identificado: “Trabajaremos para ser un equipo valiente y atrevido con el balón, que ataque constantemente el área rival y divierta al espectador. Que cuando perdamos la posesión, presionemos intensos y el objetivo sea volver a recuperarlo para volver a crear peligro”. Un estilo de juego atractivo que irá acompañado con los valores del club: “Vamos a competir, pero transmitiendo humildad, respeto, trabajo y no reblar nunca”.
