"Objetivo cumplido. Vamos a por más", decía Sergi Enrich todavía sobre el césped de El Alcoraz. Porque la SD Huesca lograba cruzar esa meta volante que supone el medio centenar de puntos en la Segunda División. La cifra que certifica matemáticamente la permanencia en la categoría. Y todavía quedan trece jornadas por disputarse. En el cerro de San Jorge este sábado se desató la locura, ya que los de Hidalgo salieron de su feudo líderes de la clasificación, y con licencia para soñar.
Pero hasta llegar al feliz desenlace, había pocas cabezas que pudieran imaginar el guion de partido que se fue dibujando en El Alcoraz. Porque solo habían pasado 36 segundos cuando logró el Racing de Ferrol la primera ventaja en el marcador. Con disparo de Jauregi desde la frontal que impactaba en el poste y rebotó en el cuerpo de Dani Jiménez para colarse dentro. Jarro de agua fría para unos espectadores que todavía se acomodaban en sus butacas. Pero habría todavía más reveses para los de Hidalgo, sin llegar a alcanzar la media hora de juego. Primero era Óscar Sielva el que solicitaba la sustitución, al notar un pinchazo en el muslo, y después era Javi Hernández el que recibía un fuerte golpe por el que finalmente tenía que abandonar el césped. Diego González y Hugo Vallejo ingresaban en su lugar, y el equipo lejos de descomponerse, supo encontrar el camino de la reacción.
Fue un auténtico golazo de Kortajarena, asistido entre líneas por Vilarrasa, que de primeras la envió a la red. Minuto 24 y el partido comenzaba de nuevo, pero esta vez con los azulgranas en línea ascendente. Y fue con una mano salvadora de Dani Jiménez en un córner sobre la que se cimentó la remontada total, ya que en la siguiente acción haría Soko el segundo. Un balón rechazado dentro del propio área para que el delantero la rompiera a gol. Un brillante 2-1 al diez del descanso y un rival con la moral tocada. Se alfombraba un buen desenlace para después del paso por vestuarios.
Y así fue. Un potentísimo disparo de Soko consumaba su doblete y la total remontada, todavía en el 50. A partir de allí, y como no podía ser de otra manera, la intensidad de la primera parte cayó en picado. Miró al banquillo Hidalgo, con un triple cambio que agotaba sus movimientos, después de los dos de la primera parte por lesión. Toni Abad, Jordi y Joaquín entraron al césped, consiguiendo el principal objetivo del equio en ese tramo, llegar al pitido final sin que peligraran esos tres puntos que han puesto un 51 en su casillero.















































