La Sociedad Deportiva Huesca firmó una gran actuación ante el Real Madrid CF en El Alcoraz, en la 22ª jornada de LaLiga Santander, aunque no sirvió para conseguir sumar en el casillero de puntos. Tras el golazo memorable de Javi Galán al inicio del segundo tiempo, los oscenses obligaron a los merengues a una remontada in extremis cerrada a cinco minutos del final, con un doblete de Varane (1-2). Cayó el Huesca con todos los honores (y con dos tiros al larguero) capaz de plantar cara a uno de los grandes del campeonato y confirmando que la mejoría experimentada en los últimos duelos del cuadro de Pacheta es real. Sin tiempo para lamentos, la visita al Sánchez Pizjuán se acerca. Allí irán los azulgranas con la cabeza bien alta.
El choque arrancó parejo, y los tres primeros acercamientos de la tarde tuvieron color azulgrana. En los primeros cinco minutos sumaron un chut de Seoane que se fue por poco, un centro de Rafa Mir y remate fallido de Okazaki y un disparo al lateral de la red del propio Mir. Esa fue la carta de presentación de los locales, que no se achicaron ante el creciente empuje de los blancos según avanzaban los minutos. La lluvia también apretaba en El Alcoraz, poniendo un poco más de épica a un choque ya de por sí destacado en el calendario. A pesar del dominio merengue con la pelota, no se tradujo en grandes oportunidades para ellos, mientras que el Huesca siempre disponía de espacio a la espalda de la zaga visitante para hacer daño con carreras de Mir u Okazaki. Álvaro Fernández sí tuvo que intervenir a 10 minutos del descanso, desviando un tiro de Benzema que iba directo a la base del palo izquierdo del meta.
El inicio de la segunda parte fue vertiginoso: del larguero de Mikel Rico con un toque sutil nada más comenzar, se pasó al golazo con mayúsculas de Javi Galán en el minuto 48. Okazaki comandó el contraataque por la derecha, levantó la cabeza y vio atrás a Galán en la frontal, que tras un control se sacó un zurdazo directo a la escuadra, imposible para Courtois. Por si fuera poco, acto seguido Mir se lanzó con un voleón al larguero, que evitó el segundo gol. En el minuto 54 llegó el jarro de agua fría con el desafortunado gol de Varane. Benzema chutó al larguero una falta y, en el rechace de la madera, el balón cayó casi sobre la línea donde lo aprovechó el defensa galo. No era el día para rendirse y la SD Huesca no lo hizo. Su reacción fue magnífica: en el minuto 64, solo una gran parada de Courtois evitó que el gran cabezazo de Mir acabara en gol. En la vorágine del segundo tiempo los blancos también llevaron peligro. Álvaro Fernández sacó con el pecho un remate en el área pequeña de Benzema, y poco después sacó una gran mano también al francés en un remate en el área. Los altoaragoneses sufrieron en los últimos compases cuando aún estaba todo por decidir. Y, para desgracia local, Varane en el 85 aprovechó un rechace en el área tras una jugada a balón parado para poner por delante justo al final a los de Zinedine Zidane. Pese al resultado, resulta imposible no estar orgulloso de un equipo que no rebló jamás.