A los azulgranas les espera este sábado otro importante encuentro en La Romareda, un partido al que llegan con “buenas sensaciones, pero con los pies en el suelo. Porque la realidad es la que es y marca donde estamos, y lo que necesitamos ya es sumar de tres”. El capitán ponía voz al vestuario en la semana del derbi, esperando un encuentro con buen ambiente y en el que puedan “competir hasta el final”, teniendo presente el “duro palo” de su última visita al estadio del Real Zaragoza.
Llegarán a La Romareda con las buenas sensaciones del partido en El Alcoraz frente al Espanyol, unas sensaciones que esperan mantener, aunque saben que no será nada fácil. “Creo que se está viendo una mejora en el equipo. Ojalá podamos empezar haciendo un buen partido, sabemos cómo es La Romareda, con una afición que aprieta muchísimo. Tenemos que empezar muy metidos desde el minuto uno, porque si te marcan un gol, se genera un ambiente del que es difícil abstraerse. Sabemos el partido que es y hay que estar enchufados del primer al último minuto” decía Pulido.
Por eso mismo, el capitán azulgrana espera “que no nos pase lo del año pasado, que fue un palo tremendo. Ojalá se pueda vivir un bonito partido entre aficiones, un derbi como se merece y que podamos competir hasta el final, que es lo que se nos pide”.
Más allá de este encuentro, los oscenses tienen claro que necesitan victorias para salir de la zona baja. “Estamos mejorando, y creo que, en los últimos partidos, pudimos sacar más. Del último me quedo con el ambiente y el apoyo de El Alcoraz, nos ayudó mucho. Sobre todo, después de un penalti así, del que es difícil reponerse, gracias a ellos sacamos esa rabia que teníamos dentro y pudimos hacer un buen partido”.
Pulido asegura que prefiere no mirar la clasificación y no hacer cuentas y centrarse “en entrenar lo mejor posible y en jugar al máximo y estar siempre preparado. Y eso pasa por entrenar hoy bien”.
Consciente de la situación y de la necesidad de revertirla, hace autocrítica, pero se queda con el cambio y la mejora del equipo y la comunión con la afición. “La culpa la tenemos los que estamos en el campo. Pero me quedo con las buenas sensaciones, hay un ambiente diferente y parece que las cabezas han cambiado y eso, en el fútbol de hoy en día, es el 90%. Se ve un Huesca más suelto y eso se transmite a la grada y por eso se enchufa y nos empuja, es algo mutuo. El del otro día es uno de los partidos más bonitos que me queda en el recuerdo personal, fue un ambiente de primera”.