Tres puntos de quilates. Por la situación y el escenario. Los azulgranas se llevaron el derbi aragonés en una de las mejores tardes del equipo en La Romareda, que confirma el buen momento, en plena dinámica ascendente, con cuatro jornadas sin perder. No quiere el técnico oscense que la euforia nuble a su vestuario, pero la felicidad este sábado tras el pitido final era patente.
Un cabezazo de Obeng se tornó zarpazo para adelantar a su equipo en el marcador. Solo un cuarto de hora de juego y los azulgranas conseguían una ventaja de oro a través de su delantero, que se adelantaba en el momento perfecto a la línea defensiva local, ante el balón colgado por Javi Martínez. Conseguían así darle la vuelta a unos minutos iniciales en los que el Zaragoza, alentado por su afición, quería llevar la iniciativa. La mejor forma de cortarlo e igualar las estadísticas. Fueron adelantando metros los de Antonio Hidalgo. De hecho, pudieron hacer el segundo a través de Joaquín Muñoz que fue conduciendo hasta la frontal, sacándose un disparo que se fue alto por muy poco. Al igual que la falta que disparó Sielva en el 37 y que el portero envió a córner.
Se cerró la primera parte con una buena contra comandada por Jorge Pulido, que encontró a Javi Mier en el área, y este buscó la asistencia a Samu Obeng, también en el área, pero interceptó la defensa. Para dar paso a una segunda parte en la que inevitablemente el Zaragoza buscó más la portería de Álvaro Fernández. Pero la SD Huesca supo sufrir mientras subía la temperatura del estadio, y esperó las suyas. Juanjo Nieto protagonizó la primera, en un balón que recuperó en la frontal y condujo hasta encontrar un disparo que se fue al lateral de la portería.
Salió al terreno de juego Hashimoto para buscar más contención, cuando más apretaba el Zaragoza, exigiendo a la versión más solvente de la defensa azulgrana. Y en el otro área, esta vez Juanjo Nieto no perdonó. En una nueva conducción hacia el interior que finalizó en un potente zurdazo directo a la red. Con veinte minutos por descontar y un 0-2 en el marcador, Hidalgo hizo un triple cambio que acabó retrasándose casi hasta el 85, saliendo al terreno de juego Hugo Vallejo, Vilarrasa y Kortajarena, para aguantar el resultado en un partido que se fue hasta el 99, y que finalizó con el júbilo azulgrana sobre el césped de La Romareda.