El duro varapalo de ver como toda la opción de puntuar se escapa en el último suspiro del encuentro. No esperaba ese golpe la SD Huesca en el tramo final de su partido frente al Levante, que parecía ya condenado al empate. Porque ambos equipos habían competido al límite, acorde a lo que había en juego, y el reparto de puntos parecía la conclusión más justa. Pero el fútbol no entiende de merecer, y el Levante acababa llevándose el premio gordo. Un tanto en el 90 anulaba la reacción anterior de los de Hidalgo, que se habían repuesto al primer tanto visitante con un gol de un gran Joaquín. Pero todo eso quedaba atrás, para dejar paso a un nuevo objetivo: el próximo domingo en Eibar.
Intensidad desde el primer minuto. No había cabida para la siesta a pesar del horario, porque solo tardó cuatro minutos la SD Huesca en asomarse con peligro al área de un viejo conocido como Andrés Fernández. De hecho, fue el larguero el que evitó que entrara el balón, que venía repelido de Dela. Se encendía pronto un Alcoraz con pocos asientos libres, porque la SD Huesca había salido notoriamente enchufada. Y así, en el 14, era Iborra el que la sacaba en la misma línea de gol, cuando el remate de Pulido ya había superado a Andrés. La parte más negativa del primer periodo la ponía la lesión de Gerard Valentín, que pedía el cambio en el 25. Toni Abad ocupaba su lugar.
El Levante también se animaba con varias llegadas de peligro, pero sin llegar a probar los guantes de Dani Jiménez. Vilarrasa reaccionaba con un disparo raso que interceptaba Andrés, para llegar al descanso con el mismo marcador que se iniciaba el partido.
Un jarro de agua fría iniciaba la segunda parte, en el 53, cuando Pampin aprovechaba un balón rechazado entre la defensa para hacer el primero, sin que el árbitro atendiera a una protestada mano al inicio de la jugada. Hidalgo movía el banquillo entonces, dando entrada a Joaquín. Y parecía inmediata la reacción, pues un balón robado por el malagueño era frenado con la mano en el área por un defensor. Pero el árbitro consideraba que venía rebotado y no lo señalaba. También de una falta sobre Joaquín llegaba otra clarísima para los de Hidalgo, colgada al segundo palo donde Kortajarena remataba solo, topándose con Andrés.
Pero Joaquín estaba llamado a ser protagonista ya desde su salida al campo. Y en un balón repelido en el área, se inventaba un disparo cruzado ajustado al palo para poner el empate. Mucha emoción con apenas 20 minutos para llegar al 90, con dos equipos que no se conformaban con el empate.
Diego González, Ayman y Willy saltaron al terreno de juego cuando se cruzaba el 80, iniciando un desenlace en el que se mantenía el ritmo trepidante a los dos lados del campo. Y en ese correcalles de dos conjuntos que querían más, encontró el Levante el hueco para decantar el marcador de manera definitiva cuando comenzaba el añadido. Entonces, Forés sacaba oro de un balón desde la derecha, sin tiempo para más en un Alcoraz que despidió con aplausos la enorme entrega de sus jugadores. Un pequeño tropiezo, pero intacta la ilusión.











































