Pocas tardes tan brillantes se recordaban en El Alcoraz. Sobre todo por el reluciente 4-0 que había en el marcador al cumplirse en el 93, y, con ello, por la gran hermandad vivida entre afición y equipo. La grada disfrutó, como también lo hicieron los jugadores, a costa de un Cartagena colista que se topó con el gran estado de forma de los de Antonio Hidalgo. Estos pusieron una muesca más en su gran trayectoria, llevándola hasta los nueve partidos invictos. Toca saborear el momento, y usarlo como impulso para llegara a esos 50 puntos que cada vez se ven más cerca.
No le tembló el pulso a Óscar Sielva para colocar el balón en los once metros y enviarlo directo a la escuadra. Se encontraba así la SD Huesca por delante en el marcador, tras señalar Guzmán Mansilla, previo paso por la pantalla del VAR, una mano del Cartagena en el área pequeña. Los azulgranas tenían ante sí un preciado botín, pues los numeros señalaban que una ventaja en El Alcoraz significaba puntos seguro, y lo que se veía sobre el césped lo respaldaba. Ya había dejado Gerard Valentín algunos destellos de tremenda calidad para empujar a su equipo al área rival. Aunque el primer aviso claro lo había dado el propio Óscar Sielva con una falta directa en el minuto 5 de juego.
La SD Huesca se mantuvo cómoda en su ventaja, que le permitió llegar al descanso sin sufrimiento. Y aunque amagó el Cartagena con despertar en los primeros minutos de la segunda parte, pronto los de Hidalgo volvieron a reconducir el guión hacia lo planeado. Y así, un disparo desde la frontal de Joaquín, tras una buena acción de Gerard, y con Vallejo como asistente, acabó convirtiéndose en un pase a la red en el 51 de juego.
No pudo faltar la actuación de mérito del día por parte de Dani Jiménez, para que todo el estadio coreara su nombre, y matar toda opción del Cartagena de llevarse algo positivo de El Alcoraz. Un cabezazo a la madera de Pulido respaldó si todavía alguien lo dudaba, en el 61, para apenas 15 minutos después, de nuevo en la cabeza del capitán, hacer el tercero. Rematando en el segundo palo el córner que puso Vilarrasa. A partir de allí, la afición llevó al equipo en volandas hasta un minuto 80 en el que Hugo Vallejo se sacó de la manga un golazo desde la frontal que fue broche de oro a una tarde ya de por si dorada.











































