Skip to main content
ES
Actualidad

Y el sueño se convirtió en realidad... en Primera!

La SD Huesca hace historia consiguiendonel ascenso a Primera División en Lugo tras un gran partido y arropado por una afición que no ha fallado en toda la temporada.

Lunes, 21 de mayo de 2018. Un día para guardar en la historia del club, un día que siempre se recordará. Los azulgranas llegaban a Lugo con un objetivo en mente: ser uno de los equipos de la máxima categoría del fútbol español. Quién le diría a un club de una ciudad de cincuenta mil habitantes, que partía con uno de los presupuestos más bajos de la liga, que llegaría a la élite de este deporte. La temporada se resume en un lema: fieles siempre sin reblar. Tras conseguir tres puntos más con ambición y buen juego, los de Rubi se coronan como el primer equipo en ascender de la categoría y volviendo, una vez más, a ser líderes de la categoría. Esto no es cómo empieza sino cómo acaba. El sueño se ha hizo realidad.


La lectura de juego de Rubi fue una de las claves del partido porque añadió a Álex Gallar de inicio por la banda derecha. La gran participación que demostró el catalán en el terreno de juego dió sus frutos porque marcó el primer tanto para la SD Huesca. Los oscenses querían la victoria y desplegaron, desde el primer minuto, un juego de retener la posesión del balón e ir al toque. Pase a pase los aragoneses iban generando peligro en el área de los locales y, en el minuto seis, llegaría el gol de Gallar. Moi Gómez alzaría la vista en el borde del área y pasaría el balón al número once que llegaba en carrera. En la frontal, el azulgrana hizo auténtica magia porque recortó a un defensa y definió con un gran disparo llevando el balón hasta el fondo de la portería. Con este tanto, la alegría estallaba entre la afición desplazada en el Ángel Carro.

El cielo se estaba tocando con las puntas de los dedos pero el Club Deportivo Lugo no lo pondría nada fácil porque Dani Escriche tendría una ocasión muy clara en el área. El del conjunto gallego recogería el balón en el área pequeña, se giraría y dispararía entre los tres palos encontrándose con un Remiro salvador. Minutos después, el guardameta fue sustituído por Roberto Santamaría. Los locales se animaban cada vez más y en el feudo lucense se vivió un auténtico festival de paradas. Primero Santamaría despejando un centro muy peligroso que remató Iriome al segundo palo y, después, Roberto Fernández con una gran parada tras una falta lateral de Moi Gómez. A pesar de esta situación, los de Rubi seguían generando ocasiones y una de ellas se materializó en el electrónico. A finales de la primera parte, Jorge Pulido se convertiría en un delantero más y remataría un centro raso de Ferreiro de tacón. Grandioso gesto técnico del defensa llegando por sorpresa al área pequeña desde atrás.

Quedaban únicamente cuarenta y cinco minutos para hacer historia y, los de Rubi sabían que tenían que sufrir para poder ganar. Ese fue el resumen de la segunda parte en tierras gallegas. Los rojiblancos salieron a por todas y lograron imponer el miedo en la afición azulgrana con una serie de jugadas que tanto Roberto Santamaría como la poca puntería de los de arriba lograron desbaratar. Jaime Romero tendría la primera nada más empezar. Casi sin ángulo para el tiro, el de Albacete encontraría espacio y lograría rematar haciendo que el guardameta repeliera con la rodilla. A partir de esta oportunidad de gol, los lucenses desplegaron un juego basado en los centros desde ambas bandas, intentando buscar el remate de cabeza de su delantero centro referencia: Dani Escriche. El atacante fue una de las principales armas de los locales y sus múltiples cabezazos se fueron desviados. Desde el banquillo, Rubi veía que la posesión del balón se iba decantando para los de Galicia y decidió dar entrada a Sastre y Chimy por David Ferreiro y por el Cucho Hernández para dar más equilibrio al equipo. Y tras unos minutos más, llegó el ansiado momento: el pitido del árbitro.

Las gradas que albergaban a los centenares de aficionados temblaban ante los botes de alegría de los seguidores oscenses. Ya es una realidad: la SD Huesca es un equipo de Primera División. Siempre sin reblar, los aragoneses demostraron que no es solamente una cuestión de ganar partidos sino de desplegar un juego de primera categoría. El sueño se ha hecho realidad y que nadie dude de que lo mejor está por llegar.