Skip to main content
ES
SD Huesca B

La SD Huesca B se va con las manos vacías de Monzón

El filial azulgrana no tuvo su mejor día ante un Atlético Monzón que fue superior (1-0)

La SD Huesca B no pasó por su mejor tarde. El filial, en un escenario que se antojaba complicado, cayó derrotado a manos del Atlético Monzón por una diferencia mínima (1-0). El exazulgrana Martin Luna dio los primeros tres puntos a un equipo rojiblanco que venía con el casillero a cero, pero que daba sensaciones de merecer más. A los azulgranas se les juntó todo para tropezar por segunda vez en lo que va de campaña, la necesidad del rival y las malas sensaciones mostradas por los nuestros.

Sobre el campo del Isidro Calderón, el filial no se encontró cómodo y no pudo desplegar su mejor versión. Los oscenses se vieron superados en una de sus señas de identidad, la intensidad. Una primera parte donde no se vio a un equipo reconocible, cuando contaba con buena parte de sus jugadores con gran talento. La novedad en el once fue la ausencia de Diego Aznar, que pasó al banquillo para dar entrada a Rafa Tresaco, delantero llamado a ser importante. También regresaba a la competición un jugador que fue capital en el arranque de campaña, David García. Del mismo modo, Sebas Martínez pudo contar con Hugo Anglada y Manu Rico, tras no viajar a Miranda de Ebro con el primer equipo. Tampoco hubo bajas de jugadores habituales como Escario, Abizanda o Pérez. Una alineación con talento, pero donde las piezas no funcionaron.

El gol rival confirmó esas impresiones al filo del descanso. Sin embargo, los azulgranas estuvieron mucho mejor en la segunda parte. En la vuelta de vestuarios, Sebas movió ficha y cambió las piezas en el ataque. El técnico dio entrada al goleador azulgrana, Diego Aznar, para dar salida a Gustavo Abizanda. El Huesca lo intentó, pero faltaron ideas. El Monzón defendió bien la ventaja y buscó ampliarla a través de transiciones. El rival asfixió a los nuestros con un buen trabajo en la presión y siendo ganadores de muchas segundas jugadas que son claves en estos contextos. Desde el banquillo se intentó revertir la situación pero las entradas de Almerge y Antonio tampoco dieron ese plus.

Por momentos, el rival ganó la batalla en el centro del campo, buscando muy bien los espacios por fuera a través del juego interior. Al equipo le faltó claridad en ataque y agresividad defensiva. Una cita de la que los azulgranas tienen que hacer borrón y cuenta nueva, y pensar ya en el próximo partido en casa ante el Illueca.