Penúltimo reto del año para la SD Huesca B el que se vivirá este domingo en el Campo Municipal Santiago de Grañén. Los azulgranas se enfrentarán al Lleida Esportiu a partir de las 12:00h. Un duelo directo, que de ganarlo, podrían permitir a los azulgranas salir de la zona de descenso. Los catalanes son decimoterceros, ocupando el puesto del play-off por la salvación. Por su parte, los oscenses son decimoquintos empatados con Europa y Badalona, y a tan solo dos puntos para escapar de la zona roja.
En esta jornada 15, el filial se enfrentará contra un rival que se encuentra en una situación complicada más allá de lo deportivo. Sin embargo, esos factores no han provocado la pérdida de competitividad del equipo ilerdense. El Lleida práctica un buen fútbol, propone sobre el verde un juego muy combinativo, que se vuelve todavía más eficaz con las buenas individualidades con las que cuentan: Joel Febas, un jugador muy móvil entre líneas y que suma tres goles; o Moha Keita, un peligro por el costado izquierdo al ser rápido y hábil, que también suma tres dianas. Se trata de un equipo que acumula muchos jugadores en zonas interiores cuando se hacen con el dominio del balón. Ahí estará la clave del partido, pues ambos equipos no rechazan el esférico para su propuesta, quien logre hacerse con él tendrá mucho ganado.
El filial tendrá delante a un equipo goleador, pero que también encaja mucho. Los de Dani Aso tienen que romper la barrera del gol para sumar una nueva victoria en Grañén, ya que de los últimos cinco partidos no han marcado en cuatro, aunque tres de ellos finalizaron con un resultado de 0-0. Otra victoria en Grañén confirmaría de una vez por todas el poderío y fiabilidad del filial en territorio oscense, donde han pasado rivales de todo tipo de la Segunda RFEF y nadie ha conseguirlo ganarles.
