Óscar Sielva volvió a ponerse el brazalete de capitán en El Alcoraz ante la ausencia de Jorge Pulido, y así, ejerció de representante de sus compañeros en la zona mixta del estadio. "El vestuario está fastidiado, queríamos ganar para ofrecerles los tres puntos a la afición. Hay que levantar cabeza, porque el próximo domingo hay otro en casa, por lo que hay que reponerse y estar bien de ánimos", aseguró el centrocampista, para hablar de cómo estaba el equipo después de un nuevo varapalo en su estadio.
"No hemos salido bien, los veinte primeros minutos han sido de ellos. Pero después, y a pesar de ese gol, hemos estado bien, jugando en campo de ellos y teniendo ocasiones. La afición lo ha visto y han apretado, nos han empujado, pero aún así no hemos conseguido el empate", añadió.
Como ya ocurriera en el partido frente al filial del Villarreal, Sielva tenía en sus botas la opción de empatar en el descuento, en un libre directo que el exazulgrana San Román sacaba de la misma escuadra. "Me conoce bien y sabe que le suelo pegar allí, por encima de la barrera. Estaba un poco lejos y le ha dado tiempo a verla y a hacer una gran parada", apuntó.
Como capitán quiso trasladar un mensaje de ánimo a la afición, aunque asumió que en momentos así "es difícil decirles nada". "En esos minutos cuando hemos tenido ocasiones, nos han empujado y nos han dado aliento. Tenemos que remar todos juntos, equipo y afición, aunque estos momentos sean complicado", dijo. "Hoy estamos fastidiados, pero solo pensamos en preparar bien el partido, porque el próximo fin de semana tenemos otro partido aquí muy importante para nosotros".




















