El regreso de Miguel Loureiro tras seis jornadas ausente por su lesión de rodilla fue uno de los aspectos positivos dentro de la derrota de la SD Huesca en Anduva. El defensa azulgrana pasó por la zona mixta del estadio de CD Mirandés para valorar el encuentro. "Veníamos con la ilusión de encadenar otra victoria y seguir ene esa buena dinámica, porque el equipo estaba haciendo las cosas bien", decía el gallego.
"En la primera mitad no hemos estado a gusto. Es verdad que no sufríamos en exceso, pero nos empujaban a través del balón parado, e igual teníamos más sensación de agobio que las cosas que realmente estaban pasando. Son situaciones que tenemos que mejorar", valoró, a la hora de hacer la lectura del desarrollo del partido. "En la segunda parte hemos estado mucho mejor, lo que nos ha llevado a generar incluso situaciones claras como la de Iker". Sobre el detonante de ese cambio tras el paso por vestuarios, decía que las indicaciones del entrenador habían sido principalmente "tener más pausa, para mover el balón en campo contrario".
Loureiro también habló de sus sensaciones tras regresar al equipo y hacerlo, además, en el once titular. "Me he encontrado bien, sí que es verdad que a nivel físico no puede ser igual a si viniera con continuidad, porque al final han sido cinco semanas, y en un momento en el que la temporada acababa de comenzar. Ha sido como una minipretemporada. Había completado una semana de entrenamientos con el grupo y me he encontrado bien. La forma física irá mejorando, pero espero seguir creciendo", respondió.
"El balance en este inicio de temporada es muy positivo, y todos somos conscientes de ello. A nivel de puntuación la situación es muy buena, pero a pesar de ello, la ambición del equipo es máxima. Hoy todos llegábamos aquí queriendo ganar, y nadie está contento en el vestuario. Sabíamos que era un partido importante por el rival, y porque veniamos en buena situación. Pero el balance es positivo y tenemos que ser optimistas, quedándonos con lo que se ve en el campo, lo que hemos visto hoy en la segunda parte. Somos un equipo capaz de competirle a cualquiera. También los detalles que han dejado los jugadores que han salido desde el banquillo, y que igual estaban contando con menos participación. Eso nos invita a ser optimistas, conscientes siempre de la dificultad de esta liga, como todas las semanas se ve", añadió.
El equipo piensa ya en el próximo viernes, cuando recibirá al Cádiz, pero como destacaba Loureiro, con las ganas de seguir siendo fuertes en El Alcoraz, más allá de la presión por volver a ganar. "Está claro que queremos que nuestro estadio sean un fortín. Un rival difícil de batir en casa. Pero eso no nos puede llevar a un exceso de motivación, o a caer en la ansiedad. Tenemos que seguir tranquilos, trabajando en la misma línea y corrigiendo los errores que nos han impedido ganar el partido hoy", concluyó.