Solo había una opción: la victoria. Y lo consiguió. Así afrontaba la SD Huesca su visita a Lezama, donde le esperaba un Amorebieta con misma necesidad e idéntico objetivo. Y con ese gran condicionante, el de los puntos por supervivencia, fueron los azulgranas los que lograron llevase el botín, en su segundo triunfo a domicilio, el primero de Antonio Hidalgo en Liga. Una explosión de alegría del conjunto azulgrana, solo empañada por la lesión de gravedad de Rubén Pulido, que las pruebas determinarán su alcance.
Porque al cuarto de hora de juego, tuvo que hacer frente el técnico azulgrana al primer contratiempo, cuando en una incorporación al ataque, sufría Rubén Pulido una lesión que le impedía continuar en el terreno de juego. Jérémy saltaba al campo en su lugar. Antes, la SD Huesca se había asomado con algo de intención a la portería rival en unos primeros minutos de tanteo. Joaquín había sido el primero en buscar su ocasión, en siete de juego, rematando por encima del larguero un balón que le llegó desde la derecha. Tampoco encontró portería Javi Martínez, que buscó el disparo lejano minutos después, muy desviado.
Empezaba a llover sobre Lezama cuando se cruzaba el ecuador del primer periodo. Juanjo Nieto estaba a punto de llegar a un balón filtrado de Joaquín que le dejó solo en el área, aunque se anticipó el guardameta. Cortaban así los azulgranas el amago que hacía su rival de ganar metros en el rápido césped del estadio vasco.
A punto de llegar al descanso, un gran robo de Kento en el centro desencadenaba la salida de Joaquín y Obeng, que terminaba con el balón en portería, tras impactar en un defensa. Lo celebraba el equipo, pero lo terminaba anulando el colegiado, con el balón ya en el punto central, por una posible falta de Obeng en el momento de llegar al último remate. Le tocaba reponerse al conjunto oscense, justo en el momento en el que se llegaba al descanso, de nuevo con el marcador inicial.
Apretaba el Huesca en la presión en el inicio de la segunda parte, con la idea de robar en zona de peligro. Así, conseguían sacar un centro al segundo palo de Gerard que cabeceaba Obeng sin suerte. Intentaba responder el Amorebieta saliendo rápido, pero sin llegar a exigir a Álvaro. A punto estaba Javi Martínez de anotar el primero, finalizando una contra con un disparo que se iba por encima del larguero por muy poco, tras cruzarse la defensa. Y en ese córner surgía la ocasión que propiciaba el penalti en el que se adelantaban los azulgranas, rematando Pulido y sacando Seguín claramente con la mano, recibiendo roja directa. Obeng, esta vez sí, hacía el primero desde los once metros.
Se le alfombraban los tres puntos a los azulgranas, pero el Amorebieta tiraba de orgullo bajo la intensa lluvia para mirar hacia la portería de la SD Huesca, a la que le costaba retener el balón. Vilarrasa y Kortajarena refrescaban el equipo a un cuarto de hora del final, en los que se enrarecía el juego, inevitable ante la necesidad de puntos de los dos conjuntos. La SD Amorebieta apretó en los compases finales. Sin embargo, una buena gestión de los minutos finales y, en líneas generales, la fiabilidad de la escuadra altoaragonesa, fueron suficientes para que el marcador no sufriera alteraciones y consiguiera la segunda victoria de esta semana.