Vuelta a la competición. La SD Huesca B retoma la Tercera RFEF para medirse cara a cara contra uno de los oponentes más directos en la clasificación del grupo aragonés, la UD Fraga. Los azulgranas, sextos, tendrán que empezar el nuevo año contra unos fragatinos que son séptimos. Un duelo de gran nivel que tendrá su repercusión directa en la tabla, ya que además de estar uno detrás de otro, mirando hacia arriba, la distancia para acceder a los puestos del play-off de ascenso a Segunda RFEF es mínima. Los de Sebas Martínez se encuentran con los mismos puntos que el CD Ebro, club que cierra las posiciones de promoción, mientras que nuestro próximo rival está a tan solo una unidad.
Más allá de la situación clasificatoria, los oscenses quieren afrontar el choque con la intención de mejorar las sensaciones. Pese a llegar al parón acumulando cuatro encuentros sin perder, tres de ellos tampoco se han decantado para su lado, llegando a no pasar del empate contra rivales de la zona alta como el Cuarte y el Ebro o un oponente situado en el descenso, el CD Cariñena. Por lo tanto, el propósito de nuevo año, además de progresar futbolísticamente, será asentar regularidad en una complicada división en la que se puede tropezar ante cualquier adversario. Un aspecto que no se consiguió antes del parón navideño, en parte, por un filial mermado por las bajas, dónde el equipo tuvo que contar con una alta presencia de juveniles y cerrar convocatorias muy ajustadas. Mientras tanto, el Fraga vivió un mes de diciembre de subidas y bajadas, reflejando mucha irregularidad en los resultados. Pese a ello, terminó el 2023 venciendo en La Almozara al Ebro (1-2).
Los azulgranas tendrán que dar su mejor versión sobre el césped de la BAF para comenzar el año con un golpe encima de la mesa. Durante la cita, la escuadra oscense tendrá que ofrecer mucha fiabilidad defensiva para frenar a un plantel que tiene peligrosas armas en ataque, una de ellas, César San Agustín, máximo goleador del grupo XVII con nueve dianas. Asimismo, tendrá que demostrar madurez para dominar los encuentros y ponerlo todo de cara, al igual que personalidad en las fases más difíciles del partido con la misión de comenzar con buen pie.