Sin perder, pero también sin ganar. La victoria azulgrana a domicilio sigue siendo asignatura pendiente, como se demostró este lunes de fútbol en El Sardinero. Los de Cuco Ziganda sumaron un nuevo empate en el campo del Racing de Santander, en un encuentro equilibrado en lo que a peligro y esfuerzos se refiere, que dejo a los dos equipos igual de conformes o resignados ante el reparte de puntos. Kanté fue la novedad del once junto a Vilarrasa, recuperando el entrenador de la SD Huesca su esquema más habitual lejos de El Alcoraz. Y de las botas del delantero francés llegó el empate, al borde del descanso, igualando el primer tanto, desde los once metros.
Porque fue una caída en el área, en la defensa de una falta lateral, rompió el marcador inicial en El Sardinero, al señalar el árbitro el punto de penalti. Andrés adivinaba el disparo de Pombo, pero muy potente, no lograba detenerlo. El Huesca tenía que remar en contra después de unos minutos iniciales muy parejos, en los que a los azulgranas les costó ganar metros sobre la portería de los locales, que, hasta el minuto 27 del penalti, únicamente habían logrado inquietar a Andrés con un disparo lejano, también de Pombo, directo al cuerpo del guardameta. Juan Carlos había tenido la más clara por parte de la SD Huesca, en una jugada con dos balones colgados al área que terminaron en un remate del gallego en el segundo palo que salió muy desviado.
Anuló el árbitro el remate de Timor en una falta que puso Sielva al área, por una posible falta de Pulido a la hora de saltar, en lo que parecía condenar a la SD Huesca a irse por detrás en el marcador a los vestuarios. Pero no fue así, y en las botas de Abou Kanté llegó el empate. El delantero robó en el área, en una fallida salida de balón del Racing, y se plantó en el área pequeña para ajustar un zurdazo al poste, y poner el 1-1 en el marcador sin tiempo para más antes del descanso.
El arranque de la segunda parte tuvo un guion similar al del encuentro. Un Racing más dominador sin culminar las jugadas con claridad ante la defensa del conjunto azulgrana, que salía rápida a los robos, pero sin excesiva solvencia al cruzar a campo contrario. Para cambiar esto último, refrescó Cuco Ziganda su ofensiva, con el doble cambio de Obeng y Gerard Valentín por Joaquín y Kanté antes de llegar al 65.
Avisó entonces el Racing con una doble aproximación, en una falta colgada al área primero, y un disparo lejano de Saúl García, pero los dos muy lejanos, no llegaron ni a encontrar portería. Un potente chut de Florian que no encontró portería ni nadie que lo reconduciera, por muy poco, fue la reacción oscense, con 20 minutos por descontar. Kento y Enzo Lombardo, que regresaba a un Sardinero que le ovacionó, fueron las siguientes balas de Ziganda.
Quiso más el conjunto local en el tramo final, buscando la inspiración de Mboula, que fue sustituido cuandos se iniciaban los cuatro de añadido. Pero el Huesca supo aguantar, y dejar sus chispazos en el Enzo Lombardo más desequilibrante, sin que ninguno de los dos equipos lograra evitar el 1-1 definitivo.
