Desde el mes de agosto no se retiraba El Alcoraz lamentando una derrota. Pero este domingo, la visita del Alavés quebró la impoluta racha de la SD Huesca de quince encuentros sin conocer la derrota en su feudo. Una victoria por la mínima fue excesivo castigo para un conjunto azulgrana al que solo le faltó convertir el gol, controlando muchos minutos del encuentro.
Hasta siete cambios introdujo Cuco Ziganda en su pizarra para el regreso de su equipo a El Alcoraz. Recuperaba a Andrei Ratiu tras su convocatoria con la selección y al sancionado Jorge Pulido, además de Joaquín Muñoz, que volvía al once después de que unas molestias en el tobillo le dejaran fuera en el último duelo, aunque el malagueño se veía obligado a dejar su sitio en el campo a Enzo Lombardo pasada la media hora de juego, después de recibir varios golpes. Gerard Valentín, Ignasi Vilarrasa y Juan Carlos Real completaban las novedades en el equipo inicial.
Y así, con ese renovado once, logró la SD Huesca un arranque de mucha intensidad, buscando la pelea de Obeng en los últimos metros junto al desborde de Joaquín, hasta que se vio obligado a pedir la sustitución. Aunque por momentos, el fuerte viento se hacía gran protagonista, trabando la construcción del juego para los dos equipos. Por ello, no era hasta la recta final del primer tiempo, cumplido el 43 cuando Andrés tenía que estrenar los guantes, sacando el potente disparo de Jason desde el vértice del área. Coronaba el Alavés sus mejores minutos, justo antes del descanso, con un balón que no encontraba dueño en el área azulgrana.
Pero si el final de la primer parte fue para el conjunto vasco, la reanudación fue local. Se convertía en salvador Sivera, guardameta del Alavés, sacando la mano ante una falta directa de Óscar Sielva cuando El Alcoraz ya cantaba el gol. Enlazaron entonces los de Cuco Ziganda minutos de peligro sobre el área visitante, aprovechando la velocidad y el regate de Enzo Lombardo, aunque sin volver a probar al guardameta. También lo intentaba Pulido, en un remate acrobático en el segundo palo que se iba a la derecha de la portería.
Se encendía el estadio y se venía arriba el equipo. Movía Cuco Ziganda su banquillo entonces, con la salida de Carrillo y Javi Martínez por Obeng y Juan Carlos. Pero lejos de encontrar el efecto buscado, prácticamente en la siguiente jugada tras la sustitución, llegaba el tanto del Alavés, en un balón centrado al segundo palo que remataba Tenaglia de cabeza, a quince minutos del final.
Kanté y Marc Mateu eran las dos últimas sustituciones azulgranas, por Ratiu, que pedía el cambio, y Vilarrasa, obligando a Cuco Ziganda a redibujar su pizarra, incrustando a Cristian entre centrales y dejando las bandas completas a Gerard y Marc Mateu. Enlazaba la SD Huesca varios córners con peligro, pero que solventaba el guardameta.
El descuento no fue apto para cardiacos, con un falta colgada que remató Pulido muy cerca, y un córner posterior al que subió también Andrés a rematar y en el que los azulgranas reclamaban penalti por agarrón a su capitán. Pero no hubo tiempo ni fortuna para conseguir mantener la racha local.






































