Tarde gris para la SD Huesca en Anoeta, acorde a la lluvia que cayó durante los 90 minutos del enfrentamiento entre los oscenses y el filial del conjunto donostiarra. Por el resultado, una derrota, y por la lesión de gravedad de Diego Aznar, que prácticamente en la primera acción tras saltar al campo, tuvo que retirarse en camilla.
Y es que le tocó remar en contra demasiado pronto a la SD Huesca, cuando se adelantó el Sanse desde el punto de penalti, en su primer disparo entre los tres palos, en el 25 de juego. Había señalado el árbitro una mano en el área. Gran castigo para el conjunto azulgrana, que hasta ese momento había dominado el juego. De hecho, las de mayor peligro de los primeros minutos habían sido para los de Guilló, con un disparo de Portillo que se fue por encima del larguero, y varios saques de esquina que buscaron puerta.
También Portillo fue el protagonista de la más clara minutos después, en una jugada de Julio Alonso, que acabó en un centro al punto de penalti en el que el 20 azulgrana disparó nuevamente por encima del larguero. Volvió a hacerse dominador del balón el conjunto visitante, sin que su rival llegara a tocar el área, pero sin acierto para cambiar el marcador antes de irse a vestuarios.
Comenzó la segunda parte con dos acciones salvadoras de Dani Jiménez, y es que el filial vasco pareció regresar al campo convencido de aumentar su renta. Ángel Pérez salió por Carrillo como el primer cambio, en el 53. Y le siguieron Ntamack y Ro, diez después.
Pero las sustituciones no lograron el giro de timón necesario, y el equipo no llegó con más claridad al área. Sielva y Diego Aznar completaron los cambios en el 71. Pero la durísima lesión de gravedad de este último, supuso que los azulgranas jugaran diez minutos en inferioridad. E hizo todavía más complicada una remontada que no llegó, y es más, alfombró la sentencia de los locales que hicieron el 0-2 definitivo ya en el descuento.
