No consiguió aprovechar la SD Huesca la ventaja con la que se retiró al vestuario, y vio como el Tenerife igualaba un partido muy abierto, con opciones para los dos equipos. Andrés fue salvador una vez más, pero Obeng tuvo la chilena para vencer, que el linier anuló por un fuera de juego previo cuando se cumplía el tiempo reglamentario. Por tanto, justo reparto de puntos, que aplaza una semana el alcanzar la ansiada cifra de los 50 para la SD Huesca.
Tiró de efectividad máxima la SD Huesca para irse al descanso por delante en el marcador. El primer remate entre los tres palos de los azulgranas fue directo a la red ante la potente incorporación de Obeng en el área pequeña. Andrei Ratiu le había puesto el balón desde la banda derecha, recogiendo un balón que había centrado Marc Mateu demasiado largo, buscando el segundo palo. La SD Huesca ponía de la mejor forma posible calma al juego, en el que hasta ese minuto 33 había tenido al Tenerife con más protagonismo, sobre todo a la hora de crear peligro. Había obligado a Andrés Fernandez a estirarse hasta en dos ocasiones, cuando el balón ya encontraba portería.
Los azulgranas salían rápido a la contra, logrando cargar a los dos centrales canarios con tarjeta antes de la media hora de juego, gracias a las rápidas transiciones comandadas por Gerard Valentín. Y en una de ellas pudo llegar el segundo, pero el disparo de Obeng, asistido por Juan Carlos, lo atrapó el portero casi bajo su cuerpo, ya en la recta final del primer periodo.
Arrancó la segunda parte con un guión similar, con un Huesca ordenado en defensa para detener los acercamientos visitantes, y buscando un contraataque letal. Pero al final, fue el Tenerife el que logró dar con la fórmula correcta para hacer el gol, en un balón atrás que encontró a Waldo Rubio libre de marca, en el 58 de juego. Movía entonces el banquillo Ziganda, dando entrada a Javi Martínez por Marc Mateu.
Florian Miguel tenía el segundo en su cabeza, con un córner que puso Óscar Sielva al corazón del área, donde el francés remataba solo, pero algo desviado. Subía la intensidad del juego, y la SD Huesca se mostraba algo imprecisa, favoreciendo la sensación de peligro sobre el área de Andrés, que volvía a erguirse como salvador en varias ocasiones. Así, buscaba contención el técnico azulgrana, con la entrada al campo de Tomeo y Vilarrasa.
Y logró algo más de calma el equipo, y con ello claridad en ataque. Acumularon ocasiones claras el propio Vilarrasa y Andrei Ratiu, pero fue Obeng el que parecía guardar la llave del triunfo, con una gran chilena que terminó en la portería, pero que fue anulada por un fuera de juego previo, ya sin tiempo para más.




































