“Primero crear una buena unión entre los que ya hay y los que llegan, después estar bien físicamente, ponerse de acuerdo en la idea de juego para que todos rememos en la misma dirección y, a partir de allí, arrancar”. Esos son los objetivos que ha fijado Leo Franco en sus primeras semanas como entrenador de la SD Huesca, y así ha empezado a trabajarlos en Benasque. Coincidiendo con el final de la estancia en la localidad pirenaica, el técnico comparecía este miércoles ante los medios para hacer un balance de sus primeras sensaciones en el banquillo azulgrana.
“Me estoy encontrando muy a gusto, muy contento y agradecido por el esfuerzo de los jugadores que están dando el máximo. Estoy feliz por el reto ilusionante que tenemos esta temporada”, comenzaba Leo Franco la rueda de prensa. Por todo ello, sustituía la palabra presión por la de ilusión ante el reto del debut en la máxima categoría que se le presenta tanto a la SD Huesca como a él mismo.
Los jugadores han coincidido en sus primeras comparecencias en señalar la cercanía del nuevo entrenador, ligada también al conocimiento que Leo Franco tenía de muchos de los futbolistas, así como de la propia SD Huesca. “Soy una persona cercana, y ya todos me conocen en este club. Eso no va a cambiar, voy a ser cercano y a tratar de ayudar para que cada uno saque el máximo”, aseguraba.
Lo hará acompañado de un cuerpo técnico que le aporta una combinación de experiencia e ilusión que el considera clave para la buena marcha del proyecto. “Destaco a todo el cuerpo técnico, especialmente a los Adrianes, porque yo confío plenamente en los dos. Mallén es uno de los mejores entrenadores de porteros de toda la liga, y estoy encantado con Sipán. Después he intentado rodearme de gente que tuve claro desde el momento en el que decidí dedicarme a este trabajo, como Eduardo y Juan. También es un orgullo tener a Pablo Orbáiz. Hemos conseguidos diferentes perfiles y tipos de personas, con experiencia y gente joven”, añadía.
El hecho de no tener un filial en categoría cercana supondrá contar con una plantilla más larga, para cuya confección el técnico confía plenamente en la dirección deportiva azulgrana. “Ellos hacen un trabajo muy bueno, que se extiende durante todo el año. Lo único que quiero es que el jugador que venga esté comprometido con este club”, explicaba Leo Franco a la hora de mostrar sus deseos respecto a las próximas llegadas. Porque si algo destacaba en su discurso es la necesidad de formar un buen grupo, al considerarlo una de las claves del ascenso en el curso anterior.
Hacía también un guiño a los cinco jugadores de las categorías inferiores que en estos días han realizado la pretemporada en Benasque con el primer equipo: Javi Gasca, Javi Almerge, Dani Arnedillo, Carlos Kevin y Gustavo Abizanda. “Lo están haciendo excelente. Yo les digo que miren, que observen, que prueben, y que si fallan algo lo vuelvan a intentar, porque la confianza es crucial, tanto para ellos como para todos los jugadores”, decía.
Daba el técnico azulgrana pequeñas pinceladas del tipo de juego que quiere inculcar en el equipo, “corto, presionando y jugando la pelota. Que la gente juegue y se sienta cómoda”, adelantaba, aunque remitía a los fichajes que restan por llegar, y señalaba la necesidad de implicación como clave, por encima de cualquier pizarra. “Cualquier idea de juego, si no tienen jugadores que se acompañen, está complicado. Debe haber una buena comunicación, y que ellos sepan la idea que tenemos en el cuerpo técnico”, decía, añadiendo que por encima de todo, su objetivo es inculcar a sus hombres de que “si no estamos todos del mismo lado, con todo lo que nos viene por delante, va a ser difícil”.
