No consiguió imponerse la SD Huesca B en su dura prueba en La Almozara. Los azulgranas encadenaban un segundo enfrentamiento contra otro de los firmes candidatos al ascenso en el grupo aragonés, el CD Ebro (1-0). Un nuevo hueso duro contra el que se volvió a competir, pero los detalles volvieron a caer en el lado contrario, cosechando la segunda derrota consecutiva en la recta final de la Tercera RFEF.
El cuadro altoaragonés salió al barrio zaragozano con todas sus armas disponibles, y le aguantó el pulso a un segundo clasificado de la división que prácticamente no ha concedido derrotas como local en los últimos meses de competición. Sin embargo, no brillaron las ideas por parte de los dos equipos. La tónica general fue de un partido plano y con poca fluidez en el juego. Un contexto que quiso cambiar Sebas Martínez cumplida la hora de juego, los oscenses cambiaron a Bakary Cissé para dar entrada a Santi Franco, buscando un impacto diferente en ataque. Pese a ese esfuerzo, en los siguientes 8' se encontraron con el gol arlequinado, anotado por Diawara (1-0).
Los nuestros trataron de reaccionar, y a falta de 15' para el final, Escario y Marc Torra entraron en el verde por Fofana y Alín, con la misión de acumular jugadores en la zona rival y lograr más dinamismo con el balón. No obstante, el partido acabó accidentado después de que el propio Jaime Escario recibiera un fuerte golpe que interrumpió la cita durante un periodo. El canterano tuvo que salir en ambulancia, aunque la situación no fue a más. En la reanudación, los locales se quedaron con uno menos a falta de 5' para el final, siendo expulsado Escolar. Durante el cómputo general del segundo acto, los nuestros mejoraron conforme el paso de los minutos, llegando a tener en su mano un posible penalti que no se señaló. Pese a las intentonas, el filial se volvió a atascar en los metros finales para ver portería y acabó cerrando la contienda con derrota.