Con solo tres días entre partidos, llega el partido frente al Real Zaragoza, un encuentro especial, “para el que no hace falta motivación extra”, decía el técnico azulgrana en la previa de la jornada 20. “Todo el mundo siente la trascendencia del encuentro, la rivalidad deportiva en estos casos es una rivalidad sana y bonita dentro del fútbol. Es fácil ver la ilusión que despierta el partido y así nos lo hacen llegar. Siempre es estimulante”, explicaba.
Preguntado por el partido que se espera, afirmaba que “estos partidos suelen ser diferentes porque hay tensión, nervios, y hay detalles que te llevan hacia un lado u otro. Espero un partido muy igualado, con un gran ambiente en La Romareda, donde se palpará esa tensión”.
Del rival decía que es un equipo “bien organizado, que se desmonta poco y se le ve bien estructurado. Quizá les esté constando más llegar arriba y hacer gol, como nos pasa a todos. En líneas generales a todos nos cuesta marcar, la igualdad es máxima en la categoría”, afirmaba el técnico.
El míster sabe que este tipo de partidos son especiales para los aficionados. “Es importante saber captar lo que significa para la afición y nuestra gente. Representamos al Huesca, un equipo con orgullo y que ha crecido mucho. Nuestra afición quiere ir a La Romareda y ver a un equipo que da la cara y que es capaz de competir y dominar, y nosotros tenemos que representar de la mejor manera a nuestra gente”.
Porque, añadía, “poco a poco, lo que te van diciendo por la calle te va llegando y te mete en el partido, te provoca un cosquilleo especial, ves el ambiente y es diferente”.
Así que, concluía, “debemos ser capaces de mostrar nuestras fortalezas y nuestra evolución, que creo está siendo buena. Tenemos una gran oportunidad para hacer un gran partido y traernos los tres puntos”.
