La SD Huesca Femenino cayó este domingo en Tenerife frente al Real Unión (3-1), en un partido en el que las locales fueron superiores en la primera mitad y marcaron las diferencias. Las azulgranas mejoraron tras el descanso, llegaron a recortar distancias gracias a un gol de Calderón y lo intentaron hasta el final, pero no pudieron regresar con premio de su viaje a las islas.
El inicio del encuentro dejó entrever dos planes muy distintos: el Real Unión quiso llevar el mando desde el pitido inicial, moviendo el balón de lado a lado y buscando constantemente la espalda de la defensa, mientras que el Huesca trataba de sorprender a la contra, con la velocidad de Calderón por la izquierda como principal recurso. De hecho, la primera gran ocasión llevó firma azulgrana, cuando Blanca probó fortuna desde el pico del área con un disparo que se marchó rozando el palo.
El aviso no frenó al cuadro tinerfeño, que encontró el premio a su insistencia en el minuto 21, cuando un córner cerrado sorprendió a todas y se coló directamente en la portería, inaugurando el marcador con un gol olímpico. El tanto dio alas a las locales, que apenas tardaron unos minutos en ampliar su ventaja. En el 37, Yarima desbordó por banda y sirvió un centro preciso para que Gara, de cabeza, hiciera el 2-0. Poco antes del descanso, en el 43, otro centro desde la derecha volvió a encontrar a Gara en el segundo palo, que firmó su doblete y dejó el partido muy encarrilado con el 3-0.
La mejor versión del Huesca apareció tras el descanso. El equipo se mostró más seguro con el balón, se asentó en campo rival y comenzó a generar ocasiones con mayor continuidad. Un córner provocó varias segundas jugadas dentro del área que pusieron a prueba a la defensa local. Poco después, Manogué estuvo cerca de marcar con un disparo desde la frontal. El Real Unión también contó con oportunidades para sentenciar, pero Carla Gallego respondió con seguridad, deteniendo un mano a mano y manteniendo al equipo vivo hasta el final.
El empuje altoaragonés tuvo recompensa en el 65, cuando Calderón, muy incisiva durante todo el encuentro, presionó la salida rival, robó el balón y definió con temple para poner el 3-1. El gol metió de lleno al Huesca en el partido y dio paso a sus mejores minutos. Palo rozó el segundo en un centro al segundo palo que la defensa desvió in extremis, y la insistencia por bandas mantuvo al equipo con vida hasta el tramo final. El marcador ya no se movió y, pese a los intentos finales, no hubo tiempo para más.
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