Vuelta a la victoria. La SD Huesca B se reencontró con los tres puntos tras cuatro citas sin conocer la victoria y se jugará la plaza de ascenso directo a Segunda RFEF contra la UD Barbastro en la última jornada de la temporada regular. Todo, tras un disputado encuentro en el que el filial empezó por detrás en los compases iniciales ante un CD Binéfar competitivo, pero se recompuso para mantenerse más que vivo en la pelea por el objetivo.
No empezó bien la penúltima jornada de la Tercera RFEF para los jóvenes azulgranas, el equipo se encontró con el mazazo del rival en los primeros 10’ de juego. Como en otras ocasiones, al filial le vovlió a penalizar las acciones a balón parado y Llabrés adelantó a los suyos tras empujar un esférico que recibió en la ejecución de una falta (0-1). Sin embargo, haría falta más para tumbar a los dirigidos por Sebas Martínez. Los nuestros no bajaron los brazos e inmediatamente buscaron revertir la situación, llegando en el 13’ la reacción. Diego Aznar devolvió al instante las tablas en el marcador, después de que el equipo se volcara al campo rival (1-1). La exigencia de un resultado positivo provocó que el Huesca tomara mayor presencia en zonas de peligro en la búsqueda del segundo tanto.
Tras el descanso, el equipo salió con la iniciativa, mientras que los binefarenses buscaron sus opciones saliendo rápido. El filial obtuvo su premio a la insistencia en los primeros minutos de la segunda mitad, después de que Rafa Tresaco asumiera la responsabilidad de lanzar y anotar un penalti señalado por mano. En el tramo final, el rival se estiró para sumar un punto, teniendo que intervenir Miguel Ángel Sanz en varias acciones. Eso sí, los locales pudieron aumentar la ventaja en una doble ocasión bajo palos. Finalmente, los tres puntos no se movieron de la capital oscense y deja la pelea por el ascenso directo más abierta que nunca para una última jornada que será prácticamente una final.
