Estuvo lejos de ser el estreno deseado en El Alcoraz. La SD Huesca sufrió una dura derrota en el primer encuentro de la temporada en su estadio. El Tenerife se adelantó en el minuto 15, y la ventaja acabó pesando demasiado sobre los azulgranas, que en el arranque de la segunda parte vieron como aumentaba hasta un 0-2, que se tornaría definitivo. La noche oscense, con temperatura tropical, trajo la primera jornada en blanco para los de Cuco Ziganda, que no pudieron ofrecer nada positivo los más de 5.430 aficionados que se dieron cita en el estadio a pesar de ser lunes.
No se encontraba cómoda la SD Huesca pese a reencontrarse con su estadio. Unos primeros minutos algo imprecisos acabaron con el peor de los castigos, cuando un centro al área del Tenerife encontró remate sin oposición en el segundo palo, con la entrada de Roberto López, que adelantaba a su equipo. El Huesca veía su primera condena como local a los 15 minutos del encuentro. Intentaron rearmarse rápido, cuando solo un minuto después Ignasi rubricaba la acción individual de Obeng, pero su disparo acababa en las manos del guardameta.
Pese a ello, los azulgranas estaban lejos de su mejor versión, y no ayudó el fuerte golpe en la cara de su capitán, que tuvo que ser atendido del tabique nasal durante largos minutos en la banda. Con un jugador más, aprovechó el Tenerife para aumentar la sensación de peligro, aunque se topó con un gran Álvaro Fernández. El guardameta volvía a ser clave primero ante el disparo de Enric Gállego en el área pequeña y después en un mano a mano tras una falta de entendimiento con la defensa.
Pareció ganar metros la SD Huesca al aproximarse al tiempo descanso, con una llegada de Enzo Lombardo y un disparo lejano de Juanjo Nieto, pero el Tenerife seguía siendo peligroso en sus llegadas y volvió a toparse con Álvaro en la última antes de los seis minutos de descuento que dieron para la más clara de los azulgranas, con un remate de Kortajarena al balón que puso Enzo Lombardo apareciendo entre líneas, sin poder evitar la renta mínima para los canarios al paso por vestuarios.
Arrancó la segunda parte de la peor forma posible para los intereses azulgranas, pues en el 50 logró Waldo Rubio el segundo para su equipo. Cuco había dado salida a Escriche y Gerard Valentín en el descanso, para refrescar un ataque manifiestamente atascado que ahora tenía la obligación de remontar dos tantos en contra. Rubén Pulido dejaba su lugar a Loureiro tras pedir el cambio, obligando a Ziganda a darle una vuelta más a su pizarra, que ya había cambiado en la reanudación, sacrificando el dibujo de tres centrales.
Una falta escorada de Óscar Sielva fue directa al palo y el rechace de Martos se fue por encima del larguero, pero sirvió para dar un poco de consistencia a su equipo, que consiguió acercarse con más peligro, aunque con más entrega que orden. Kanté salió por Joaquín a veinte minutos del final, y Manu Rico al borde del tiempo reglamentario, pero no hubo tiempo para la inspiración, y los destellos que dio el equipo acabaron en las manos de Juan Soriano.
