Dos semanas de trabajo en las piernas y un rival de Primera División. Ese era el escenario para el estreno de la SD Huesca en pretemporada, que se desplazó hasta la localidad navarra de Lerín para enfrentarse al CA Osasuna. Y aunque el valor de los resultados queda para cuando comience la competición, no pudieron los de Cuco Ziganda volver a la capital oscense con un primer triunfo, ya que acabaron cayendo por la mínima, víctimas de un gol en la segunda parte.
No obstante, las sensaciones del conjunto azulgrana fueron positivas, especialmente en la primera parte, cuando Cuco Ziganda saltó al campo con Juan Pérez, Jérémy Blasco, Rubén Pulido, Hugo Anglada, Juanjo Nieto, Marc Mateu, Sielva, Manu Rico, Lombardo, Tresaco y Escriche.
De las botas de los dos últimos salió la jugada que pudo cambiar el guión de todo el encuentro. En el minuto tres, un balón a Escriche, caído en banda, que puso al corazón del área para el remate de Tresaco. Pero el línea percibió como fuera de juego la ajustada posición e impidió que subiera al marcador. Aprovecharon la inercia los azulgranas, e instantes después fue Lombardo el que creó peligro sobre la portería de Sergio Herrera, para dar paso a minutos de juego abierto, sin claro dominador.
Tuvo las suyas el Osasuna, como un balón que el Chimy estrelló en el poste, pero la joven línea de centrales de la SD Huesca resolvió sin excesivos problemas, manteniendo el empate a cero hasta los minutos finales de la segunda parte, cuando también se les anuló un gol a los rojillos, obra de Budimir. Minutos antes, Tresaco se había internado con peligro entre los defensas hasta pisar el área pequeña, pero sin llegar a armar el disparo.
Así, quedaba todo por resolver en la segunda parte, con dos equipos renovados sobre el césped. Solo repetía en el once de la SD Huesca Hugo Anglada, acompañado de Álvaro Fernández, Jorge Pulido, Loureiro, Gerard Valentín, Ignasi Vilarrasa, Kortajarena, David García, Soko, Joaquín y Carrillo. También el Osasuna cambiaba su pizarra, lo que le permitía ganar metros, dando algún aviso sobre la meta de Álvaro ya desde la reanudación.
Fue en el 63 cuando los avisos se traducían en el único gol del encuentro, aprovechando Arnáiz un fallo en la salida del meta del Huesca para enviar el balón a la red. Se crecían los navarros en los siguientes minutos, asediando al portero azulgrana, que sacaba un par de manos para mantener la diferencia en mínima. El paso de los minutos igualó la posesión y las ocasiones, que no llegaban a ser de verdadero peligro por parte de los de Ziganda. Solo un gran remate de Soko, casi acrobático, desde dentro del área, que se fue alta por muy poco, pudo cambiar el signo de un encuentro que supone la primera parada del largo camino de la pretemporada.
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