Chimy Ávila, el hombre al que apuntaron todas las cámaras en el minuto 98 del SD Huesca - Sevilla FC ayer en El Alcoraz, compareció antes los medios de comunicación el domingo después del entrenamiento de recuperación en el IES Pirámide. El protagonista del gol definitivo en la agónica victoria contra los hispalenses agradeció a la afición el apoyo que lleva brindando al equipo durante todo el curso: "La gente se lo merecía porque nunca ha dejado de creer en nosotros. Es hora de que empiecen a disfrutar y se den cuenta de que la permanencia está latiendo".
"Era injusto quedarnos con ese sabor amargo", decía el argentino sobre algunas de las polémicas que rodearon al encuentro. "Antes del partido sabíamos que solo nos valían los tres puntos y gracias a Dios pudimos ganar, salió todo como esperábamos", dijo. Chimy definió al Sevilla como "un rival muy duro, que nos complicó, pero fuimos a buscar la victoria al final y conseguimos el gol".
En lo personal, el delantero se mostró "contento porque últimamente se me está abriendo la portería y más todavía por ser en partidos importantes. Pero uno marca por el trabajo que hacen los compañeros para crear oportunidades". Y cerró con un mensaje: "No pensamos en los demás, no nos volvemos locos. Tratamos de seguir nuestro camino y corregir errores":
