Una nueva categoría, nuevas jugadoras, un nuevo cuerpo técnico y una nueva idea de juego. El reto del Filial Femenino de la Sociedad Deportiva Huesca era enorme de cara al estreno de la temporada 2021/2022 en Primera Territorial, pero el inicio no ha podido ser mejor: cuatro victorias en cuatro partidos que sitúan a las oscenses en lo más alto de la tabla. “El balance es muy positivo y más al habernos incorporado un nuevo cuerpo técnico e implementado un sistema de juego que no habían utilizado nunca las jugadoras. Al principio surgieron las dudas, pero ahora cuando hablamos con ellas nos dicen que están muy cómodas. Cada vez están con más ganas y mientras sea así nosotros tendremos aún más”, dice Santiago Pérez, técnico del filial azulgrana.
Pérez explica cómo, junto a su cuerpo técnico y al del primer equipo, se reunieron a principio de temporada con una meta: que el estilo de juego se pareciese lo máximo posible a las azulgranas de Primera Nacional para que, cuando así lo necesite Verónica Rodríguez, pueda subir al primer equipo a cualquier jugadora del filial y tenga buena parte del trabajo hecho. “Queremos dominar el balón siempre, salir desde atrás jugando la pelota y, una vez que estemos en zona de tres cuartos de campo, ser verticales”, señala el joven entrenador de 25 años.
“Nos sentimos doblemente respaldados: primero por parte del club, porque Verónica Rodríguez y Azucena Garanto (entrenadora y directora del área de fútbol femenino) nos dejan trabajar como queramos dentro de esos retos marcados al inicio de curso. Y segundo porque las jugadoras cada día van a más, quieren más y eso nos beneficia para trabajar, si ellas vienen con ilusión a ti te hace tener también ilusión por trabajar”, destaca, y cuenta que el intercambio de información entre primer equipo y filial es constante, con cuestionarios, documentos, vídeos e informes que pueden consultarse día a día para conocer la situación de cada jugadora: su estado físico, anímico, cansancio, evolución... Todo el trabajo, enfocado siempre a un objetivo a final de curso: “Que la temporada que viene tengamos el mayor número posible de jugadoras en el primer equipo”.
El cuerpo técnico está formado, junto con Santiago Pérez, por Iñaki Blanco, segundo entrenador, Hisham Bachouri Muniesa, preparador físico, y Fabián Marín, preparador de porteras. Todos ellos saben que el trabajo no termina cuando pita el árbitro el final, sino que el éxito reside en el día a día y pasa también por la cohesión del grupo. “Hay mucha diferencia de edad entre las jugadoras. Por ejemplo, una chica de 14 años y otra de 30. Al inicio hicimos mucha dinámica de grupo, una cena para cohesionar, pero ahora es un equipo que trabaja solo, se llevan muy bien. La veterana, Rocío Faci, aporta experiencia en los partidos para tener calma y controlar los tiempos, nos viene muy bien”, asegura el técnico, que tiene claro qué es lo más gratificante de su desempeño en el filial altoaragonés. “Ver el crecimiento del equipo en el día a día. Entrenar con ellas me hace desconectar de todo lo demás, veo a las jugadoras que vienen a entrenar con una sonrisa. Cuando terminas una sesión y ves cómo han entrenado, te da un subidón…”.
