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Primer equipo

Punto que sabe a poco en El Alcoraz

Los azulgranas se reponen al gol inicial del Real Oviedo con un golazo de Pulido, pero no logran pasar del empate (1-1)

Sigue abonada la SD Huesca al reparto de puntos, aunque esta vez el empate sabe más amargo, por las circunstancias del partido. Los azulgranas lograron lo dificil, reponerse a un tanto en contra y levantarse con la fuerza de un auténtico golazo del capitán. Pero la reacción no fue completa, y pese a jugar con uno más desde el minuto 60, no lograron aprovecharlo para poder celebrar de nuevo un triunfo al calor de El Alcoraz, que suma ya once jornadas invicto.

Carrillo representó la única novedad en el once inicial de la SD Huesca respecto a la anterior jornada. Renovó la punta de ataque Ziganda para encontrar el gol que se había resistido en Cartagena, aunque la primera fue para el Oviedo, que obligó a estirarse a Andrés cuando se cumplían los cinco minutos de juego. Sacó el portero y reaccionó el Huesca en las botas de Juan Carlos. Un balón al segundo palo que ajustó al poste, pero sacó el portero visitante. Y casi a continuación, era Joaquín el que intentaba el disparo, después de una buena conducción hasta la frontal. Carrillo lograba rematar de chilena en el despeje, pero se iba por encima del larguero.

Se movía el balón de campo a campo, con más peligro sobre la portería de Andrés, pero sin llegar a encontrar los tres palos el Real Oviedo. En una de ellas, señalaba el colegiado un contacto en el área como penalti. Convertía Lein para adelantar al Oviedo.

Pero no pesó en la SD Huesca, y la reacción fue inmediata y magistral. Remate acrobático de Pulido casi en el vértice del área pequeña que se colaba en la portería, en uno de los mejores goles celebrados en El Alcoraz. Empate de nuevo para retirarse al vestuario.

Y con la fuerza del gol, salieron los de Cuco Ziganda con un punto más de intensidad tras el descanso, encontrándose Joaquín con el poste al rubricar de cabeza un contragolpe que él mismo inició, y que, tras abrir a Gerard Valentín, este la puso en el área. Sería el propio Joaquín el protagonista de la siguiente acción, sufriendo una entrada de Luismi por detrás, que dejó al Oviedo con uno menos.

Se ponía el partido de cara para los intereses azulgranas, y Cuco Ziganda movía el banquillo para intentar aprovecharlo. Juan Villar, Óscar Sielva y Vilarrasa ocupaban el lugar de Carrillo, Kento y Florian primero. Y después Escriche y Soko por Gerard Valentín y Joaquín. Pero no acabó de encontrarse cómodo el equipo pese a ese jugador de más, y no fue hasta los últimos cinco últimos minutos del tiempo reglamentario cuando lograron enviar más balones al área visitante, pero sumados a los seis del añadido, en los que el partido terminó volviéndose loco, hicieron imposible la remontada.