"Sabíamos que era un partido trampa, pero teníamos ilusión porque el equipo tiene 26 futbolistas y queríamos estar en dos competiciones, pero no ha podido ser. Hay que pensar en LaLiga, pero es una derrota dolorosa". Míchel Sánchez compareció tras la derrota en Alcoy, que supone la eliminación de la Sociedad Deportiva Huesca en la segunda ronda de la Copa del Rey, ante el CD Alcoyano (2-1). "Sabíamos que no valían errores y no hay tiempo de reacción. O sigues o te quedas fuera. No es plato de buen gusto perder, no estamos contentos y la realidad es que lo hemos intentado, pero no ha sido nuestra mejor versión. Ahí están los datos, no hemos sido contundentes en las áreas a pesar de llevar el peso del partido".
El madrileño analizó el complicado choque: "Sabemos que este formato de Copa da para partidos más igualados de lo que en principio parecen. Hemos llevado el peso del partido, sobre todo al principio no hemos tenido acierto de cara a gol y en una contra nos han hecho el 0-1. Luego hemos podido empatar, y la segunda parte hemos intentado llegar, muchos centros pero sin aciertos. En una pérdida en el medio nos han hecho al final el segundo y nos vamos muy dolidos con una derrota que no esperábamos".
Para el técnico esta es "una derrota de las que duelen, veníamos para cambiar la dinámica del equipo y no ha podido ser. Tenemos una prueba importante contra el Real Betis, hay que analizar el encuentro de hoy y sacar conclusiones de este partido para que el equipo pueda dar la mejor versión y mejorar en LaLiga".
"El rival ha hecho un buen trabajo, bien plantado y ha aprovechado sus situaciones. Han fallado un penalti, pero han trabajado bien y al final consiguen una victoria que les mete en una elminatoria muy bonita. Les damos la enhorabuena".
