“Difícil” y “complicado” fueron los dos adjetivos que más utilizó Míchel en su rueda de prensa previa al enfrentamiento contra el Rayo Vallecano, a la hora de referirse al encuentro que se disputará este sábado en El Alcoraz. “El Rayo es un equipo hecho para ascender. Tiene una plantilla muy parecida a la del año pasado en Primera, incluso mejorada en algunas posiciones. Por eso me espero un rival muy difícil, que aunque no viene en buena racha, no han perdido mucho y nos exigirá 95 minutos de concentración. Tenemos que saber que podemos sufrir y que en la capacidad de hacerlo estará la capacidad de llevarnos la victoria”.
El técnico conoce muy bien al conjunto madrileño, donde desarrolló la mayor parte de su carrera deportiva como jugador y entrenador, algo a lo que le quita relevancia. “Ese es un aspecto en el plano individual, lo importante es el equipo. Es un partido que igual no me hubiera gustado disputar nunca, pero viene así y somos profesionales, estamos en Huesca y solo vamos a centrarnos en lo deportivo, en que es un rival de máxima categoría y que nos obligará a hacer las cosas muy bien”, dijo. También conoce bien a Paco Jémez, entrenador del rival, con el que trabajó varios años. “Aprendí mucho junto a él, ya que era mi primera experiencia después de dejar de jugar. Fueron cuatro años espectaculares, por lo que no es un Paco contra Míchel. Le tengo mucho que agradecerle y le deseo lo mejor, eso está fuera de toda duda”.
Respecto a su equipo, Míchel volvió a alabar las posibilidades que le ofrece su plantilla, en la que tendrá a todos disponibles a excepción de Doukouré. “Yo siempre he dicho que tengo una gran plantilla y los jugadores me demuestran que así es. Hemos encajado cero goles en los últimos dos partidos, eso quiere decir que el trabajo es muy bueno en todos los aspectos”, dijo, sin querer dar pistas sobre posibles cambios en el once inicial.
