La ilusión de toda Huesca por ver a su equipo debutar con victoria en El Alcoraz no tuvo un final feliz. En la rueda de prensa después del partido, el técnico azulgrana Leo Franco se lamentó por no poder brindar a la afición los tres puntos: “Es una pena porque en la previa hablamos de que, a nivel externo, todo lo que acontecía en la ciudad y en el terreno de juego iba a ser maravilloso y queríamos ponerle la guinda con una victoria, pero no pudo ser. Sabíamos que las emociones iban a ser muy difíciles de controlar y en el primer tiempo esa ilusión nos domino a todos”.
Para el entrenador argentino, todo cambió en la segunda mitad: “Una vez que empezó a pasar el tiempo, el equipo se incorporó al partido y lo hizo muy bien. Todos los futbolistas trabajaron mucho, peleamos por el gol hasta la última pelota y ese el estilo que me gusta. Lo importante es tener las ocasiones y nosotros las tuvimos. A mí eso me tranquiliza porque unas veces te vienen de cara y otras como hoy, no. Estoy agradecido por el esfuerzo descomunal que hicieron los jugadores; todos los que participan, con más o menos minutos, lo han hecho con intensidad”.
Leo Franco trató de contener el desanimo ante la euforia desatada en la ciudad por el notable inicio liguero: “La palabra equilibrio es lo que siempre llevo. Ni cuando ganamos somos los mejores, ni cuando perdemos vamos a pensar en cosas que no somos. Tenemos que trabajar en corregir las cosas que no hacemos muy bien y reforzar lo bueno que estamos haciendo. Ya dije que las olas grandes irían viniendo; lo sabemos y estamos preparados. Ha sido emocionante la despedida de la afición al acabar el partido. El equipo se lo merecía”.
ES
