Solo había una opción en los planes de la SD Huesca: sumar de tres. Y aunque no sin sufrimiento, pero la victoria llegó. Los azulgranas se reencontraron con el triunfo en su estadio, gracias a una gran chilena de Obeng, titular en su debut. Seis días después de incorporarse al equipo, el delantero le dio tres valiosos puntos a su equipo, que respiró con alivió tras el pitido final, llevando de nuevo la euforia a El Alcoraz.
Porque la necesidad de una victoria se convierte en ocasiones en alma de doble filo, entre la motivación y la presión. Pero los azulgranas salieron al campo con voluntad de llevar la iniciativa, aunque el paso de los minutos fue igualando las estadísticas, con el Mirandés ganando en peligro. Joaquín dio el primer aviso en el minuto cinco, con una jugada individual con la que llegaba hasta la línea de fondo, pero que se topaba con la defensa cuando buscaba el pase al corazón del área. Reaccionaría el Mirandés, avanzando metros y probando a la defensa azulgrana, algo más imprecisa que en otras ocasiones.
Pudo cambiar el guión del partido el debutante Obeng, cuando se cumplía el minuto 25. Se anticipaba para robar a la defensa y sacar un disparo cruzado que se iba por muy poco. Reaccionaba el Mirandés, obligando a Andrés a sacar sobre la línea, para mantener el 0-0 al descanso.
La arenga del descanso pareció efectiva, y la SD Huesca fue de menos a más tras la reanudación. Un potente disparo de Cristian Salvador no encontró portería por poco, y minutos después, Joaquín entraría en el área tras una buena contra que no llegó a culminar. Cuco Ziganda optó por el triple cambio, con la entrada del debutante Javi Martínez, Timor y Gerard Valentín por Juan Carlos Real, Kento y Carrillo. Tardaron uno minutos en acomodarse sobre el césped, y aprovechó el Mirandés para buscar la portería, pero topándose con Andrés y el larguero.
Pero empezó a carburar la máquina, con un activo Javi Martínez, que dio sus frutos con un disparo de Gerard Valentín desde dentro del área que sacó el portero in extremis, y al que Joaquín no llegó al rechace por poco. Pero había que conseguir el gol, fuera como fuera, y volvió a ser de la misma forma que en el último encuentro: de chilena. El debutante Obeng se elevaría en el área, de espaldas, para rematar de tijera al fondo de la red. Había que atar la victoria, y Cuco Ziganda cambió la pizarra, con tres centrales, entraron Kanté y Vilarrasa y salieron Obeng y Joaquín.
Los azulgranas siguieron muy activos, avanzando metros y manteniendo la posesión del balón para lograr tres puntos muy importantes, reecontrarse con la victoria en casa y seguir haciendo de El Alcoraz un fortín, donde los oscenses no pierden desde hace doce jornadas.
