“Nos hemos enfrentamos a uno de los mejores clubes del mundo y, a pesar del resultado, este equipo está vivo. Hemos caído con la cabeza alta. Afrontamos el tramo final de LaLiga con afán de competitividad, con esfuerzo y sacrificio”. Jaime Ramos, segundo técnico de la SD Huesca, compareció ante los medios en el Santiago Bernabéu después de caer de forma dolorosa contra el Real Madrid en el tramo final (3-2). Un resultado que no impide que los aragoneses salgan con el reconocimiento de quien se ha dejado todo y por muy poco no logró puntuar.
Ramos, en la sala de prensa por la sanción de Francisco Rodríguez, afirmó que la cara vista en el feudo merengue “nos puede servir como refuerzo psicológico, veníamos de una derrota dura contra el Alavés y nos hemos sobrepuesto bastante bien. El equipo ha hecho uno de los partidos más completos fuera de casa”. Preguntado por cómo ve al vestuario, dijo: “Está dolido, anímicamente mermado, pero entiendo que este grupo es fuerte, tiene capacidad de resiliencia y el miércoles tenemos un partido que hay que ganar”, comentó.
Por último, sobre las 2.000 gargantas que llenaron la zona visitante de Concha Espina, pidió sentirse “orgullosos de la afición, ciudad, provincia y toda la Comunidad. Había un estímulo especial, conseguir un resultado para brindar una alegría a una afición que ha sido incondicional. No ha podido ser, pero se tienen que ir con la convicción de que el equipo se ha vaciado, lo ha dado todo y en ese sentido no vamos a decepcionar”.
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