Dagmar Lieblová, de 87 años, presentaba ayer en Huesca su libro “Estoy aquí por un error” en un acto organizado por el Ayuntamiento, la SD Huesca y la Fundación Alcoraz. En el mismo, participaban también los jugadores Alexander González y Franck Bambock, quienes, desde el mundo del deporte, rompieron una lanza por la tolerancia y en contra de cualquier tipo de discriminación racial. “La condición del ser humano no depende del color de la piel o de la religión, tenemos que respetarnos”, aseguraba el franco camerunés en su alocución.
Ambos, a raíz de sus experiencias, lanzaban un mensaje de integración a través del deporte. Aunque ninguno ha sufrido formas directas de racismo, sí han tenido que adaptarse a culturas, idiomas y países distintos y han podido sentirse discriminados en alguna ocasión. “Cuando llegas a otro país, tienes que adaptarte a nuevas costumbres, a veces con el hándicap del idioma, y al principio puedes sentirte un poco solo”. Aunque también destacaron que “nada tiene que ver con el horror que vivió Dagmar”.
Por eso, enfatizaron la necesidad de seguir una línea de respeto y tolerancia en la sociedad y, haciendo referencia a su parcela, en el fútbol. “Cada uno, a pequeña escala,puede ayudar a favorecer la integración del de al lado”.
En la presentación, la protagonista estaba acompañada también por el alcalde de Huesca, Luis Felipe, que quiso remarcar “la importancia del fútbol como una buena herramienta de difusión de valores”.
Tras las palabras del alcalde y los futbolistas, la superviviente checa Dagmar Lieblová presentaba el libro que recoge sus vivencias en los cuatro campos de concentración de exterminio nazis (Auschwitz, Theresienstadt, Neuengamme y Bergen-Belsen) y que ha sido escrito por el historiador Marek Lauermann.
