Avisó Míchel de que tocaría sufrir contra el Rayo Vallecano, y no se equivocó. La SD Huesca tuvo que remar contra corriete desde la media hora de partido y acabó cediendo los tres puntos, sin poder desplegar el juego que en otras ocasiones habían mostrado ante su afición. Los de Míchel no pudieron evitar la segunda derrota de la temporada en su estadio, que pone fin a la buena racha de victorias, en la penúltima jornada del año como locales.
Salió el Rayo con las ideas muy claras al césped de El Alcoraz, sometiendo a la SD Huesca a una intensa presión en todas las líneas. Así, llegó la primera aproximación de peligro, que obligó a Álvaro a estirarse ya en el minuto diez de juego. Los azulgranas no veían cómo ganar metros ante el asedio de los de Paco Jémez, que encontraron premio a su mayor posesión a la media hora de juego, con un disparo de Pozo desde el vértice del área grande, que ajusto al palo derecho, donde no llegaba el guardameta azulgrana. Escriche tuvo la más clara para empatar antes del paso por vestuarios, pero su remate se fue por encima del larguero.
La reanudación no trajo un Huesca más cómodo en el césped, y la sensación se agravó solo dos minutos después de que se iniciara la segunda parte, cuando Pozo de nuevo aumentó la distancia en el marcador. Movió Míchel el banquillo primero con la salida de Ferreiro y Okazaki y más tarde de Sergio Gómez, para refrescar una ofensiva algo atascada, y aunque lograron ganar metros los azulgranas, ninguna de sus aproximaciones del tramo final tuvo premio
