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Primer equipo

Dolorosa derrota en Ipurua

La SD Huesca vuelve de vacío de su partido frente a la SD Eibar, tras un discutible penalti por un rebote en el área, que propició la remontada a dos minutos del descuento

Del todo a la nada. Así fueron los últimos diez minutos del tiempo reglamentario para la SD Huesca en Ipurua. Tras un rebote en el cuerpo de Rubén Pulido, que luego impactaba en su mano, señalando el colegiado un más que discutible penalti, suponía el punto de inflexión para el equipo, que había controlado el partido hasta ese momento, por delante en el marcador tras el gol de Escriche. El parón obligado para la revisión VAR y un auténtico reguero de tarjetas dinamitaban 80 minutos de trabajo y contención por parte de la plantilla azulgrana, que se hundía en los diez minutos de descuento, cuando el Eibar consumaba la remontada con un gol en propia puerta azulgrana. Doloroso resultado y doloroso guión para la fría tarde de Eibar.

Aunque los locales ya fueron los primeros en avisar y no tardaron en hacerlo. Pero su llegada se quedó en eso, en un aviso. Porque antes de cumplirse los cinco, Stoichkov enviaba por encima del larguero un remate con Andrés y la defensa ya superada, cuando Ipurua casi cantaba el primer gol. A partir de allí, el Huesca fue ganando metros hasta asomarse al área de Luca. La primera en un córner que ponía Marc al remate de Soko. Sacaba el portero, dejando el rechace muerto en el área, pero el árbitro pitaba falta en la lucha por hacerse con él. Nuevamente en un córner buscaba Puli portería, pero atrapó el portero.

Así, logró la SD Huesca encontrar el hueco entre la defensa azulgrana, con un balón filtrado por Soko tras una gran cabalgada, colándolo entre la defensa para que Escriche la tocara lo suficiente para esquivar al guardameta y hacer el primero del partido y de su cuenta personal. Se habría un nuevo escenario en Ipurua, con los azulgranas dispuestos a defender con uñas y dientes la ventaja con la que se llegó al descanso.

La reanudación trajo el cambio obligado de Soko, con molestias físicas, dejando su sitio a Gerard Valentín. Apretó el Eibar en los primeros minutos del segundo tiempo, empujado por el resultado, con varias llegadas con al área de Andrés, que no llegaron a materializarse. Movió entonces el banquillo Cuco Ziganda, refrescando el ataque con la salida de de Kevin Carlos por Carrillo -en su primera titularidad tras lesión-, y buscando algo más de contención en el medio campo con Kento Hashimoto. Joaquín por Marc Mateu fue el siguiente movimiento, después de que el zurdo tuviera que ser atendido por los servicios médicos tras un golpe. 

Tras el 70, apretó el Eibar y apretó Ipurua, obligando a la SD Huesca a sacar su mejor versión defensiva. Reforzó la línea Ziganda dando entrada a Blasco como tercer central, sustituyendo a Timor. Se iniciaban diez minutos de máxima tensión, en los que el árbitro señaló penalti en un balón rebotado del cuerpo de Rubén Pulido que después impactó en su brazo. Corpas no falló, con el 88 en el cronómetro, y media plantilla azulgrana sancionada por protestar una acción más que dudosa.

Mazazo duro para la plantilla oscense, que veía como se le escapaban tres puntos de oro, y que se ahondó en los diez minutos de descanso cuando acabó perdiendo también el que todavía le quedaba, al consumar los locales la remontada. Vadillo ponía un saque de esquina que Rubén Pulido despejaba en el primer palo, con la mala suerte de que su cabezazo se acababa colando en la portería de Andrés. El tremendo esfuerzo del partido acababa pesando demasiado sobre el cuadro azulgrana, con más corazón que cabeza, y comandados por el propio capitán que buscaba la heroíca al ataque, murió el partido con un duro e injusto 2-1 en el marcador.