La SD Huesca sigue sin reblar y toma aire para una permanencia con la que aún puede soñar. El equipo altoaragonés, hoy con la camiseta blanca con la cruz de San Jorge para celebrar el día de San Jorge, se ha impuesto por 2 tantos a 0 a la SD Eibar en un partido en el que los locales decidieron el encuentro en un fulgurante inicio de segunda mitad.
La primera parte tuvo media hora de juego competido sin ocasiones hasta que la SD Huesca comenzó a acercarse con peligro a la portería de Dmitrovic. La primera y más clara oportunidad la tuvo Etxeita, que estrelló su remate a centro de Cucho en la cruceta de la portería eibarresa. Solo cuatro minutos después, en el 26, Sergio Álvarez se lanzó al suelo para salvar in extremis el disparo del Chimy Ávila. Y un centro de Galán al que estuvo a punto de llegar Gallego en boca de gol y un remate con el pecho del Cucho ya en la prolongación acumularon suficientes merecimientos para el primer gol local.
Sí lo consiguió en la reanudación Enric Gallego. El delantero catalán remató con un soberbio taconazo un centro de Cucho Hernández desde la banda derecha desatando en el 54’ la euforia en las gradas. El punta colombiano estuvo a punto de lograr el segundo solo unos minutos después, pero su disparo fue desviado a un córner que acabó por sentenciar el partido a media hora del final. El saque de esquina lanzado por Ferreiro buscó la pierna del Chimy Ávila en la frontal del área y el argentino empaló una volea que apunta a convertirse en uno de los goles del año en LaLiga Santander.
El partido no dio mucho más de sí y los locales finiquitaron un vital triunfo que aviva las esperanzas de una salvación que tendrá su próxima final el domingo a partir de las 18:30h en el Estadio de la Cerámica de Villarreal. Lo que la SD Huesca ha dejado hoy claro es que aquí no se rebla.
ES
