De nuevo un empate amargo para una SD Huesca que buscó la victoria con ahínco en los últimos minutos del duelo de necesitados ante el Rayo Vallecano en el feudo madrileño. Los oscenses repiten así la igualada sin goles de la pasada semana ante el Barça, pero en esta ocasión cambiaron el guión y tuvieron sus mejores minutos y las oportunidades más claras en la parte final del encuentro.
La primera mitad evidenció la tensión de ambos equipos ante la importancia del choque. Intensidad y juego físico protagonizaron unos primeros cuarenta y cinco minutos con escasas ocasiones por ambos bandos. La más clara para los locales, al filo del descanso, se estrelló en el palo de la portería de Santamaría tras el disparo de Pozo justo después de que Pulido sufriera un duro rodillazo en su cadera que le obligó a ser sustituido por Mantovani en la media parte.
El gran susto para los azulgranas llegó en el minuto seis de la reanudación con un tanto de Raúl de Tomás que el VAR se encargó de anular tras observar el claro fuera de juego en el inicio de juego. La SD Huesca reaccionó tras el subidón moral de haberse visto por detrás y Enric Gallego tuvo en el minuto 64 una clara ocasión en una gran jugada de ataque trenzada por Cucho y Ferreiro que el delantero catalán envió en semifallo rozando el poste de la portería local. Después fue el Chimy Ávila el que en el 75’ puso en apuros a un Alberto García que repelió el duro disparo del punta argentino. Santamaría emulaba a su homólogo seis minutos más tarde y sacaba milagrosamente a córner un remate de Tito.
Dos llegadas de Cucho, un contragolpe azulgrana en el que Chimy no pudo empujar a gol una dejada de Gallego y, sobre todo, la más clara ocasión de todo el partido, en el 93’, con Etxeita enviando alto en boca de gol un centro del Cucho Hernández estuvieron cerca de convertirse en el gol que habría dado la vida a una SD Huesca que sigue sin embargo sin reblar y que continuará su agónica pelea por lograr la permanencia en LaLiga Santander.
ES
